Reseña del Libro Dime, ¿quién es como Dios? de Florencia Bonelli

Autor/a: Florencia Bonelli
Libro reseñado: Dime, ¿quién es como Dios?

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Florencia Bonelli es mi autora de cabecera, sé que sus libros no van a defraudarme, por su manera de escribir, por su forma de hilar la historia, por sus personajes intensos, un conjunto que nunca me decepciona.

Cuando se publicó Aquí hay dragones devoré la historia de La Diana, porque en ella hay tantas cosas: dolor devastador, lucha, amor, acción, fue la combinación perfecta que logró que no quisiera dejar de leer nunca.

En el desenlace de esta historia, con el libro Dime, ¿quién es como Dios? Tuve sentimientos encontrados.

La historia comienza con fuerza, deseas llegar al meollo de la historia, al momento del enfrentamiento con el «dragón» de La Diana, pero hasta la mitad del libro la historia me pareció lenta y hasta empalagosa, de forma excesiva. ¡Y no se imaginan lo que me cuesta decir esto! Pero no quería leer más, me costaba avanzar, porque ese amor de unicornios y arcoíris hizo que la lectura me costara mucho... Necesitaba más acción en la historia, ver el enfrentamiento al mayor enemigo de La Diana.

Una historia hace que sea inolvidable, no sólo cuando sus protagonistas lo logran, sino cuando el antagonista es la clave de todo, cuando es la clave esencial de la historia, el que logra darle la chispa y la intensidad que haga que no puedas dejar de leer. Para mí, el antagonista de esta historia es perfecto (entiéndase que no estoy de acuerdo con las cosas que hace, sino que es perfecto para darle juego a la trama), un personaje al que odié en el primer libro y que es la clave en el realto.

Mientras leía esta segunda parte deseaba que apareciera Vulk, porque me faltaba esa chispa en cada página, ese sufrimiento, el toque que hiciera que la historia se convirtiera en más real. Me sucedía que avanzaba las páginas y La Diana y quien es su pareja (no voy a decir su nombre) fueron empalagosos, ya hasta me parecía cansino las demostraciones de cariño, todo lo que se dicen… Me gustan las historias donde los protas se muestran el cariño y devoción que se tienen, pero en este caso llegó un punto que ya necesitaba algo más de la historia, que leer casi medio libro para ver cuánto se quieren y se necesitan me pareció excesivo.

Luego la historia toma su cauce y vuelve a ser atrapante, con todo esto no quiero decir que no me haya gustado, que la historia- ambos libros- son magníficos, pero en esta segunda parte hubo cosas que me sobraron y otras que fueron excesivas.

Hacia el final me emocioné y la intensidad de la historia volvió a lo que fue en el primero, pero me hubiese gustado leer más de esa parte, de lo que hace de este libro una historia intensa.

A pesar de todo, no me arrepiento de haber leído la historia de La Diana, una historia muy esperada para los que seguimos a Florencia Bonelli y que por supuesto leímos Caballo de fuego.

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