Reportaje a Lena Valenti

29/11/2011 13510 visitas

Reportaje a Lena Valenti

Lena Valenti nació en Barcelona en noviembre de 1979. Lectora profesional y especializada en novela romántica, escribe desde que tiene memoria. Autora bestseller de romántica en España. Otros países han comprado los derechos de venta y traducción de su Saga Vanir.

L.R.: Antes de empezar quiero agradecerte por dejarnos hacerte estas preguntas y publicarlas en mi web, y también quiero aprovechar y agradecer a mis amigas, Fanny Mollá, Lorena Luna y Eva Navarro por ayudarme con esta entrevista.

  • L.R.: Sabías desde el principio el orden que llevarían los libros, o a medida que vas publicando vas viendo qué libro será el siguiente?
  • L.V.: Sí. Las sagas largas tienes que intentar tenerlas lo más claras posibles, para no perder el hilo ni modificar la trama.
  • L.R.: Desde un principio habías dicho que serían cinco libros, qué hizo que cambiaras de opinión, nuestra presión porque no queríamos terminaran tan pronto la saga? Jajajajajajaaja
  • L.V.: Jajajaja… ¡Por supuesto! No, bromas aparte. No fue eso. La saga vanir es la unión de dos sagas en una. La de las valkyrias-einherjars y la de los vanirios-berserkers, es todo el mismo universo. Yo quería diferenciarlas, pero me recomendaron fervientemente que no lo hiciera porque la Saga Vanir ya se conocía casi como marca, y de cara a moverla internacionalmente y de mantener la línea en España, era mejor conservar el nombre original. Por eso, en vez de ser cinco libros, son diez. No he cambiado ni el orden ni nada, porque iban a ser dos sagas que se complementarían a la perfección. De ahí que se introduzca El libro de Gabriel como Saga Vanir IV: Las valkyrias y los einherjars también quieren jugar. Pero todo eso lo explicará Valen mejor en el libro documental.
  • L.R.: Tienes alguna manía a la hora de escribir, con música, por la noche, por la mañana?
  • L.V.: Manías ninguna. Pero para mí es imprescindible la música. Música de todo tipo, la típica que escucharía mientras voy a correr, o bailar un balada o relajarme… De todo un poco, pero buena música.
  • L.R.: Ahora hablemos del próximo libro... Cuándo nos dirás de quién será??? Jajajajajajajaja, no hablando en serio, cuándo darás la noticia de quién es el próximo libro...
  • L.V.: Jejeje… En el libro documental de la Saga Vanir “Un sueño llamado Saga Vanir”, se sabrá todo.
  • L.R.: Siempre pensaste que ibas a escribir el libro sobre Gabriel?
  • L.V.: Claro. Nunca hubiera matado a Gabriel, es nuestro mejor representante como nuevo humano, con una conciencia más global, y lleno de defectos y de virtudes, como todos. Es una pieza clave.
  • L.R: Cuando publiques el último libro de la Saga Vanir, ya sabes qué vas a escribir?
  • L.V.: Uy, sí. Y me muero de ganas de que lo veáis. Pero… va a ser que, por ahora, sólo me centro en la Saga Vanir.
  • L.R. Qué tipo de libros lees normalmente, y qué autoras son tus preferidas?
  • L.V.: Leo de todo un poco. Mi autora favorita de romántica es, entre todas las que adoro y que ya he nombrado muchas veces, Shannon McKenna. Es brutal y ningún libro suyo deja indiferente. Es muy provocadora, dura y emocional, y sus libros tienen una tensión muy especial. Y luego, de ensayo me encanta Amit Goswami y Osho.
  • L.R.: Mientras los vas escribiendo o al tiempo, cuando ya han sido publicados, ¿alguna vez has leído o incluso releído alguno de tus libros?
  • L.V.: Nunca releo mis libros una vez editados. Sólo releo los capítulos cuando los voy finalizando, por si tengo que corregir algo de contenido o trama, eso sí es indispensable.
  • L.R.: ¿Eres auto-crítica?
  • L.V.: Demasiado. Aunque también te digo que me han enseñado a quererme a mí misma para llegar a querer igual a los demás.
  • L.R.: Sin contar con Random House que ya está en ello, ni con la Editorial Vanir que es la que siempre te ha apoyado, y orientando esta pregunta a tus inicios, pues ahora damos por hecho que te quedas con las que ya tienes ¿Había alguna editorial con la que soñabas publicar tus libros?  
  • L.V.: Jajajaja… Pues la verdad es que no. Cualquier editorial me parecía buena, por eso creo que al principio me tomaron tanto el pelo. Aunque, obviamente, sabía cuáles eran las mejores. Yo vengo del sector de prensa editorial y sabía cuáles son respetadas, cuáles tienen mejor ubicación en librerías, cuáles mejor distribución y cuáles no tienen futuro. No e dio tiempo a probar en muchas, la verdad, porque, al final, descubrí que la mejor editorial no estaba todavía montada: La EDITORIAL VANIR.
  • L.R.: El hecho de firmar con Random House ¿ha dado lugar a algunos cambios que no tenías previsto? ¿Cuáles?
  • L.V.: Seguramente, lo de unir las dos sagas en una. Y, también, a lo de cambiar algunas imágenes fan-arts que utilizábamos con royalties y sustituirlas por otras que estuvieran libres. Y, por supuesto, al grandioso abanico de posibilidades que me ha abierto como autora fuera de España y dentro también. Ese ha sido el cambio más absoluto. Aunque sé que conmigo han hecho algo excepcional, por eso estoy agradecida.
  • L.R.: Prácticamente todo son críticas buenas a tus libros, ¿Te gusta estar al tanto de todo, tanto de las buenas como de las malas críticas?
  • L.V.: No me obsesiono con eso. Yo escribo un libro y, una vez escrito, hecho está. SI vienen críticas buenas o malas, no me importa demasiado, es una consecuencia de escribir. La vida continúa y la saga también. Obviamente, me gustan mucho más las buenas, pero me divierten más las malas y hay que saber lo que hay detrás de ellas ya que es preocupante que inviertas tu tiempo en hablar de algo que no te ha gustado nada, y, casi siempre, detrás de palabras de ese tipo, hay algo más. A veces se trata de estrategias editoriales, otras de impotencia por ver que otros han logrado lo que tú no has podido lograr; a veces, detrás de una crítica negativa, hay un berrinche porque no le has regalado un libro para hacer una reseña (eso se llama, “comprar reseñas a favor”); también, la finalidad de una crítica negativa y peyorativa es la de intentar que no se vendan tus libros, ya sabéis, competencias entre autoras y amiguismos; y, muy pocas veces, hay críticas negativas objetivas, pero esas se detectan rápidamente y se leen con respeto. Aun y así, creo que si te tomas tantas molestias en intentar echar algo por tierra, es preocupante. Mejor, intenta ensalzar las cosas buenas. Es mejor para la salud. Sabiendo eso, las críticas no deben importarte mucho. Hay una fantástica mala crítica, de estas que pretenden ser destructivas y todo eso, en una web de romántica, que creo que envían el primer libro de la Saga a la Torre (eso es como lo peor del mundo mundial) y le dan un uno. Luego, descubres quién hay detrás de esa crítica y dices: ¡Jolines, “tía”, dale un cero, que es mejor y más redondo y me encantan los donuts! Es genial ver el increíble afecto y la objetividad que hay en esas palabras. Por eso, no hay que darle importancia. (Risas)
  • L.R.: El año pasado recibiste el premio Dama a la mejor protagonista femenina, gracias a Aileen de El libro de jade ¿Cómo viviste que después de todo Aileen fuera toda una DAMA?
  • L.V.: Muy divertido y curioso. Pero Aileen ya es toda una dama de por sí, no necesita premios para que se lo crea. Además, luego hice un pequeño relato sobre ello.
  • L.R.: ¿Esperas recibir algún premio Dama este año? ¿Piensas que recibir un premio se esta índole, influye positivamente a la hora de promocionar tus libros?
  • L.V.: Voy a aprovechar esta pregunta para dar mi opinión y explayarme:
    No. No espero recibir ninguno. Si caen, perfecto, y si no, pues también.
    En mi caso, yo no pienso en ellos ni cuando escribo ni cuando dejo de hacerlo. No le doy importancia a estas cosas.
    Cuando haya unos premios reconocidos oficialmente, con plataformas culturales de apoyo y con unas bases razonables a la hora de hacer las elecciones de los libros a nominar, entonces, podríamos hacer algo a nivel nacional y muy bonito, con cara y ojos. Entonces, podría darle importancia. Mientras tanto, no sirven, no me los puedo tomar en serio como algo trascendente.
    No me gustan además las competiciones literarias tan frívolas, porque, aunque lo quieran disimular de deportividad y compañerismo, en realidad, están esperando un premio para que otra no lo gane. Y, es una pena que los libros también entren en esas pujas. Los libros, por todo le trabajo que hay detrás, son todos ganadores.
    Me tomo en serio a los lectores que se toman su tiempo para nominar con la ilusión y las ganas de apoyarme. Sí que creo en los lectores que, en este caso, y respondiendo a mi llamado urgente, han hecho los complicados pasos para votar (pues no tenían ni idea de lo que eran estos premios ni de cómo se nominaba), han esperado para que les den de alta (porque no puedes votar si no estás dado de alta) rellenado el Word (previamente, han esperado a que se lo enviaran, claro) y enviado el Word de nuevo. Creo en ellos, porque ellos creen en ti cuando están nominando. Y merecen todo mi respeto y mi agradecimiento todos los que han votado por mí, y se han tomado la molestia de hacerlo. Así que a ellos, gracias de corazón. Eso sí que me vale y me llena de alegría. Pero, ellos no tienen la última palabra, porque de tenerla, lo habrían hecho todo más fácil para que votaran y dieran su opinión. 
    ¿Si unos premios web influyen positivamente para promocionar? A mí los premios no me influyen para promocionar nada, porque nunca he hecho publicidad en las portadas de mis libros de ningún premio que haya podido ganar. Eso es como intentar infravalorar al resto, como si quisieras salir con ventaja de cara a los demás. “Cómprame, cómprame, cómprame! ¡Estoy premiado!”, parece que digan. No sé, no me gusta ese rollo. Hay libros increíblemente buenos que no están ni siquiera nominados, y que se han vendido más que algunos de los libros que sí lo están. No lo entiendo, porque son, probablemente, mucho mejores que los que ganarán.
    Y, aun así, hay algo que se debe de señalar en todos estos premios que se hacen por internet: El problema de los premios románticos hasta ahora organizados radica en que no hay unas bases claras para nominar ni un control real de votaciones.
    Si a alguien le interesa, una de las muchas maneras que se me ocurren para organizar unos premios nacionales bien hechos sería la siguiente: Yo lo haría con listas de venta en mano. Por la sencilla razón de que, si esos libros se venden, es porque gustan y los compra mucha gente, por tanto, mucha gente podrá opinar y votar sobre ellos y todas las demás categorías que comprenden. Es como sumar, y es de lógica. No me parece lógico que un libro del que se haya vendido 500 ejemplares, esté nominado en cinco o seis categorías, y un libro del que se ha vendido 3000, por ejemplo, esté sólo en dos.
    Con las listas de ventas delante, las oficiales, se hace una selección de los cinco libros románticos nacionales más vendidos, por ejemplo. Y esos entran en todas las categorías directamente. Pero, también debería haber una lista de categorías generales con todos los títulos editados de todas las autoras españolas, (a ver, ¡que tampoco somos tantas!) personajes, escenas sensuales y demás, para que todas tengan la posibilidad de entrar en alguna categoría en las votaciones finales. Ahí se hace una mini liga de tres nominadas más en todas las categorías. Una vez tienes esa lista de 8 nominadas en total en todas las categorías, entonces se abren las votaciones para seleccionar a los ganadores. Todo el mundo vota dos veces para nominar y luego para votar. Nadie pierde sus votos.
    Deben de ser unas votaciones públicas y abiertas. Dejemos claro lo que quiere decir PÚBLICAS Y ABIERTAS, que creo que no entendemos el concepto: Votaciones donde no debas registrarte, donde veas tu voto al momento (y no puedas votar más por el control de IP. Vale, igual luego te encuentras al típico freakie que apaga su router y lo enciende otra vez y vota diez veces con otra IP para que sus autoras ganen, pero eso pasa en todos lados, y todos lo harán. Hay que contar con esas probabilidades, es álgebra) donde todo sea completamente transparente. A partir de ahí, todo coge forma, porque sabes que los libros que hay definitivamente nominados tienen sus razones para estar ahí. Los sigue la gente, los lectores, que son los que importan. Y entonces, se hace una última votación. En estas últimas votaciones no tiene por qué ganar el que más venda, pero, te aseguras que los títulos y las autoras que están ahí, no lo están ni por amiguismos, ni por manipulación de votos, ni porque la editorial les regale libros a la web que organiza los premios para sortearlos, ni por intereses ni chantajes de esos. Están porque la gente las lee y las compra, esa es la mejor medición.
    No estoy diciendo que esto esté sucediendo ahora, pero, tampoco podría confirmar que no lo hagan, porque todos conocemos cómo va esto… No están enseñando públicamente cuál es su modus operándum ni cómo recuentan los votos, ni quiénes los cuentan… Claro, son concursos de internet y todo eso, es muy difícil llevar un control, pero creo que debe solucionarse. Hay gente que me ha escrito diciéndome: “Pues leo mucha romántica, pero te juro que no sabía quién era ésta mujer para poder votarla”. Eso es lo que no puede suceder en unos premios que intentan ser nacionales. Es como si en los Oscar, hubiera tres actores nominados que nadie tiene ni idea de quienes son y que nadie ha visto su película. Es sospechoso, ¿no? 
    Si siguen haciéndose este tipo de premios así, se desprestigia todo mucho, se desvirtúa, y es una pena que, teniendo una iniciativa así, se haga mal. Si queremos tomarnos en serio, debemos hacerlo con todas las consecuencias.
    La iniciativa de CLUB ROMÁNTICA es buena, pero no lo son las formas, no son resolutivas. A mí me gusta su web, es una librería romántica nacional que vende por internet y trabajan muy bien, pero los premios no están bien montados. Y ahora explicaré en qué me baso para tener esta opinión, porque, para bien o para mal, seguiré manteniéndola independientemente de los resultados de estos premios web (y agradezco estar nominada en cuatro categorías, pero eso no impide que no sea objetiva ni honesta).
    Los premios web Dama te dicen que han votado 1100 personas para un premio que se supone nacional de romántica. ¿1100 personas? ¡¡¿Sólo?!! ¿Y son los más importantes? ¿Y son válidos? Anuncian a bombo y platillo que los medios y las editoriales les apoyan. Que me expliquen en qué consiste ese apoyo, porque no será en publicidad ni en márketing… (Y sé de qué hablo, y creo que tengo todo el derecho a opinar sobre ello porque vengo de ese sector y sé cómo se hacen las cosas). ¿Y esos premios son los más reconocidos? ¿Quién lo dice? Antes, enséñame las votaciones, y antes, explícame muchas más cosas que este año no he entendido. ¿Por qué no hay votaciones públicas finales? Eso me choca un montón. Pues porque se ve que con los words de nominaciones ya hacen suma y recuento de finalistas y ganadoras… ¡Toma ya! Eso es lo que dicen ellos, que lo han hecho así.
    El año pasado me cogió por sorpresa porque no tenía ni idea de cómo funcionaba esto. Y este año, me coge por sorpresa porque no tenía ni idea de que ya habían abierto las votaciones y empezaba las nominaciones… Es lo que sucede cuando estás muy retirada de todo el microambiente forero romántico y de webs, asociaciones y demás. Pero sé un poco más y no estoy tan verde. 
    Yo unos premios nacionales los veo desde un punto de vista más ambicioso y no tan casero. Es que intentar engrandecer un premio porque hayan votado 1100 personas, no me parece muy realista, cuando en España hay una cantidad brutal de lectoras de romántica. ¿Dónde se han dejado los votos el resto? Y, me encantaría ver esos 1100 words… Me cuesta visualizarlos. Deberían dejar claro que x usuarios registrados en una web, no significa que todos voten y participen.
    Supongo que lo enfoco como algo más global y más serio y profesional. Con la de editoriales que hay en España del género y la de grandes autoras que tenemos, y me hago cruces de que todavía hagamos concursos web de este tipo… Lo veo un poco ridículo.
    Y, al final, siempre te queda la duda, como cientos de dudas tienen las personas que han votado en estos últimos premios, que no entienden muchas cosas que han pasado. Words para nominar que no llegaban, dificultades para darse de alta, incongruencias en las nominadas, ningún anuncio sobre los premios… Y este año han sobrepasado la cifra del año pasado de participación, casi un 15% más, dicen. Pues, si lo han hecho, habrá sido por la avalancha de seguidores de la saga vanir que les habrá llegado al correo, y a los que yo avisé y yo misma facilitaba los words, porque no tenían ni idea de lo que eran esos premios y no encontraban el modo de votar porque ni siquiera en su web salía promocionando los premios ni diciendo que ya se habían abierto las nominaciones. Es todo demasiado secreto. Y, no entiendo por qué. O sí.
    A mí, por ejemplo, me sorprende no ver a Nieves Hidalgo y su Ángel Negro en esa lista, porque es una de las autoras españolas más reconocidas y que más vende, por tanto, gusta. Y también me sorprende no ver a Arlette Geneve (que tiene ya una larga lista de títulos editados) y a su Ámame Canalla, o a Teresa Cameselle y el No todo fue mentira, o a Ariadna McCallen y La maldición de las brujas, o a Anna Casanovas con su Te dí mi alma (que esta novela no esté, entre otras categorías, como mejor portada es un delito: ¡Pero si es la actriz de El fantasma de la Ópera la que sale! Qué gran montaje. Y ¿no lo han tenido en cuenta? Qué valor.).
    De hecho, yo ya tengo mi quiniela hecha, y sé quién va a ganar qué y por qué, y quienes se llevarán premios de consolación. Acerté los del año pasado, y lo hice de lleno. Acerté el mío. JUAS. ¿Casualidad? Mmm… ¡Quién sabe!
    Si resulta que cae alguno, sea el que sea, me alegraré. Pero ya está. 
    Les doy el valor que tienen, y punto. Ni los voy a engrandecer ni los voy a menospreciar.
    Otras los querrán valorar más. Perfecto, eso que se llevan. Yo los valoraré cuando sean públicos de verdad y no haya tanto secretismo, cuando haya algo bonito y grande tras unos premios. El otro día, un blog de Latinoamérica que tenía 1000 seguidores me otorgó un premio a la mejor saga romántica, y otro de 30 seguidores aquí en España, a la mejor pareja por El libro de Gabriel. Tienen la misma importancia uno que otro. Los valoro igual. Los agradezco igual.
    Mirad, en España están los premios Rosas (A favor de los premios ROSAS puedo decir que lo hacen todo público y puedes ver al momento cómo van las votaciones. Y los premios Rosas son otros premios de internet que organiza la Revista ROMANTICA’ S. ¿Veis? Hay varias maneras de hacer las cosas), los premios de El rincón Romántico, Los dama, Los premios de Libros de ensueño, los de Mientras lees…, ¡Hay tantos! Pero todos los premios son iguales. Ni buenos ni malos, intrascendentes. ¿Por qué es así?  Porque como no te los remuneran, ni tampoco te pagan ediciones gratis por haber ganado, y como se barajan cifras de participación irrisorias, lo único que hacen es inflar el ego del escritor que se traduce en poner una fajita en tu libro o sobre la portada, en la que digas con otras palabras: “Eh, que soy la ganadora de estos premios dama 2011. ¿A que molo? Cómprame”. No es una fajita de agradecimiento diciendo: “Gracias chicas a las 250 personas que me han votado para que gane este premio nacional, el más prestigioso que hay”. No. Eso quedaría mal, ¿verdad? Por eso es sólo ego (digo 250 votos reales o quizás un poquito más porque si son cinco nominadas, se reparten los votos para que de ahí salga la ganadora. Eso quiere decir que la que se alce con el premio ha sido votada como mínimo por 250 personas. ¿En toda España? ¿Cómorrr? Entendéis a lo que me refiero, ¿no?).
    Pero es respetable que lo hagan, cada uno tiene que creer en lo que hace y hacer que los demás crean en lo que uno dice.
    Yo no creo en eso. Tampoco creo en la política. ¿Y qué?
    Lo único que espero es que este año, si gano en alguna categoría, sí que me envíen una estatuilla. Que es muy bonita, por cierto. Felicidades a quien la haya elegido. Me recuerda a mis valkyrias. Aunque el año pasado, al ganar el de Aileen, como a lo mejor era un premio menor, no tenía derecho a ella. ;P
    En fin, es fácil montar un premio de literatura así. Si, teniendo una librería romántica por internet ya puedes tomarte la licencia de montarlos y decir que son los más importantes, pues entonces si tienes un blog de críticas literarias o un foro de romántica o lo que sea relacionado con libros, y si no, pues, sencillamente, ¡porque te ha dado la gana! Tú también puedes hacerlo. Mi panadera, que lee cuatro libros románticos a la semana, también los puede montar y decir que son los mejores y más especializados, porque ella sí que los lee todos y no está influenciada por nada externo.
    Las bases que yo propondría para unos premios de este calibre son más coherentes, utilizan otras plataformas más físicas, se tienen que oficializar, hay una participación masiva, y una colaboración mucho más numerosa y especializada. Hay que currárselo.
    No tengo tiempo para organizar nada, pero igual otros sí quieren ser emprendedores y hacerlo. Me imagino unos premios serios con patrocinadores oficiales, grandes cadenas de librerías colaborando, campañas de márketing, con listas de venta en mano, con apariciones de los premios en medios de comunicación… Y, a lo mejor, ¡¡con Gala de premios incluida!! ¿Os imagináis? Y todo sería con una total transparencia, con votaciones finales. Y, además, tendríamos el apoyo de las plataformas internacionales de literatura romántica. Sin asociaciones de por medio ni colegueos raros. ¿Y si invitáramos a las autoras extranjeras nominadas a la gala? Y diréis: “Jolines, pero es que aquí se necesita dinero. Estás flipando”. Ya, pero es que también hay maneras de recolectar money. Todo es tener iniciativa, ambición y tener ideas.
    ¿Queremos que respeten nuestro género? ¿Queremos hacer ruido? Empecemos teniéndonos un poco más de respeto nosotras mismas y no conformándonos con lo que otros nos den y nos dicen que debe de ser así. Demos a las cosas el valor que tienen, no vendamos humo a los lectores, no creo que haga falta. Los lectores merecen ante todo honestidad y una fiesta de literatura romántica como es debido, el premio debería de ser para ellos. Un evento por todo lo alto. Una fiesta donde se den premios, pero donde el premio más importante sea el colegueo auténtico entre escritoras. Sólo pasarlo bien. Yo también creo en eso, ¿sabéis?
    Las cosas pueden cambiar si la gente está suficientemente motivada para ello. Ala, ahí lo dejo.
    Mientras tanto, si los premios siguen sin ser públicos de verdad y completamente transparentes, cualquier premio que te den es de agradecer, pero es meramente anecdótico e intrascendente. 
  • L.R.: ¿Cuándo se van a utilizar los escudos de la Saga Vanir y por qué la editorial organizó otro concurso para escoger unos nuevos?
  • L.V.: Se utilizarán en los siguientes libros, en las webs y en ediciones de otros países. Lo cierto es que ya había diseñado mucha gente escudos muy bonitos de la saga vanir, de los vanirios y de los berserkers y a mí me encantaban. Pero, no los podíamos utilizar oficialmente porque habían detalles de esos escudos que tenían royalties, y nosotros necesitábamos imágenes que estuvieran libres de derechos para poderlas mover. Por eso hicimos un concurso nuevo, y por eso dejamos de utilizar los anteriores.
  • L.R.: Como te sientes ante la inminente salida de el libro Un sueño llamando Saga Vanir, se verá reflejado ahí todo el camino recorrido hasta el día de hoy?
  • L.V.: Muy feliz, porque es un libro sobre todo para vosotros. Los que queréis escribir y todavía tenéis sueños. Se verá reflejado todo, lo bueno y lo malo. Valen no se guarda nada, y yo, por la parte que me toca, tampoco. Es un gran libro. De esos con los que aprendes un montón. De los que estaba esperando cualquier escritor novel que ha dejado de creer en sí mismo. Y es una lección de vida. ¡Vanirización!
  • L.R.: Nos podría decir cuántos libros tienes ya escritos y terminados?
  • L.V.: Seis.
  • L.R.: Tienes pensado como será la próxima portada de el libro?
  • L.V.: Sí. Es lo primero que hago antes de empezar un libro. Es lo que me pone en situación.
  • L.R.: Porque el autor/a es el que menos porcentaje gana con la venta de un libro y a fin de cuentas es  él/ella el que  se tiene que comer la cabeza para inventar la historia y escribirlo?
  • L.V.: Porque el mundo es así. No hay por donde lo mires, no hay por donde cogerlo, pero es así. Todos ganan, y el autor, que es quien crea la obra, es el que menos. En Un sueño llamado Saga Vanir Valen Bailon lo explica todo muy bien. Vais a acabar el libro y vais a ser expertos en edición. Pero, no siempre es así. Cuando tu obra se convierte en un best seller, el autor puede empezar a negociar flecos de su contrato.
  • L.R.: Qué se siente cuando sabes que hay miles de lectoras que te siguen y te mandan mensajes de apoyo?
  • L.V.: Mucha alegría, una gran responsabilidad y una profunda humildad. Es gratificante saber que lo que escribes llena a tanta gente.
  • L.R.: Crees que en romántica paranormal está todo ya inventado?
  • L.V.: Bueno, el género paranormal es demasiado amplio y extenso como para decir que está todo inventado. Es imposible pues es el género que más posibilidades tiene y más opciones te da. Lo bueno es renovarse y darle otra vuelca de tuerca a las cosas, y es la calidad de la autora la que lo hace todo diferente. Sin embargo, en realidad, donde está casi todo inventado es en los otros géneros. Condes que se enamoran de quienes no deben, piratas que cruzan los mares y raptan a doncellas vírgenes, highlanders que se enamoran y raptan a las mujeres de los clanes enemigos, damas que se presentan en sociedad para cazar marido, viajes en el tiempo donde encuentras al amor de tu vida, patitos feos que se convierten en bellezones para enamorar a su hombre, o novelas policiacas y de suspense donde el policía se enamora siempre de la mujer que debe proteger… Son las mismas tramas pero siempre disfrazadas con otros personajes y otras situaciones. Pero, estamos en lo mismo, si hay una buena autora detrás de la historia, todo te parecerá distinto.
  • L.R.: Lena muchas gracias por dejar que te hagamos todas estas preguntas, y fue un placer tenerte aquí, y conocerte un poco más.


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